Yo estaba rota en mil pedazos antes de conocerte, cada día me doy más cuenta de eso. Cuando recuerdo cómo era mi vida antes de conocerte me doy cuenta de lo triste que me sentía, de las situaciones difíciles que he vivido, de cómo sentía que no tenía un hogar. Afortunadamente, tu llegaste a mi vida como el sol del amanecer tras una noche horrible. Sin saberlo te convertiste en el encargado de recomponer todos mis trozos, en volverme a recordar cuál era mi autentica forma sin toda esa porquería que me habían hecho creer sobre mí. Me recordaste lo hermosa, lo alegre, lo valiente que puedo llegar a ser. Tú me has hecho recuperar mi fuerza. Tú has sido la única persona que aún conociendo todos mis pedazos rotos, me has querido, no te apartaste a un lado, decidiste quedarte a mi lado y ayudarme a avanzar.
Eres la persona más valiente y generosa que he conocido.
Gracias, mil gracias vida mía. Mil gracias por no haberte rendido nunca conmigo, por haberme amado y cuidado tanto día tras día. Nunca dejaré de amarte. Por muchas más décadas juntos.
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